domingo, 27 de octubre de 2013

No hay mejor guionista que el destino

El destino ¿Fuerza, objeto o persona? No lo sé, sólo sé que es muy astuto, a veces me gusta imaginar que el destino es como un pequeño niño que juega a las muñecas y éste decide como van acabar las muñecas, o en el peor de los casos, me imagino al destino como un escritor a lo Ryan Murphy, ilusionándote con un suceso increíble y termina quitandótelo para luego después de verte triste y desilusionado, volver a darte una alegría.

¿Sabías qué estás ligada por lo menos con seis personas en tu vida y que estas seis personas te ayudarán a ligarte con las demás personas que faltan en tu vida? Como que está medio raro eso.

Pero a veces, hay personas que ya están ligadas en tu vida, otras que se ligan a tu vida sin que tú lo quisieras, y otras que están ligadas en tu vida desde antes y no quieres que estén en ella.

Hay veces que alguien nuevo entre en tu vida es algo mágico, sucede como una escena de película o de serie de televisión, uno no las busca, uno simplemente está pensando en cómo acabara el problema o el malestar que lo aqueja, no hay más cabeza que sólo para ello, y entonces ¡Zas! El destino que actúa en forma de tropiezo, de perder el camión, de quedarse dormido, de número de lista; abre esa brecha y crea ese puente para que aquella persona entre en tu vida.

Aunque en ocasiones, al destino se le ocurre hacer bromas crueles y hace que esas personas nuevas en tu vida provoquen en ti un sentimiento inesperado.

Es muy difícil saber que designios tiene para nosotros el destino, pero si de algo estoy segura acerca de él es que si algo o alguien traspasa las murallas de tu vida es porque tienen y deben dejar huella en tu vida para enseñarte una lección, no importa cuán dulce o amarga sea.

Hasta la próxima.-

jueves, 24 de octubre de 2013

Veneno: Exceso de amor

Sería una mentira decir que la gente nunca cambia, es como decir que el mar siempre está en calma y que a pesar de las tormentas y las tempestades, será el mismo mar que vemos.

Siempre hay un antes y un después que marca a una persona, no todos los vemos, pero si conocemos a alguien de mucho tiempo y de cerca, quizá notemos que ese antes y después está marcado generalmente por sentimientos causados por un hecho.

Hecho que está relacionado con alguna persona, un ejemplo:
Un joven conoce a una muchacha, se hacen novios y con el tiempo él ve que la quiere demasiado, tanto que hace un gesto desinteresado de bondad al ayudarla a cumplir sus metas, sin pedir nada a cambio, sin ser un patán, simplemente era ese cariño lo que lo instaba a ayudarla.

Otro ejemplo:

  Un hombre que es demasiado frío y egoísta, a tal grado de dañar de diversas maneras a su esposa, a tal grado de abandonar a sus hijos, ya no hay amor, todo porque alguien dijo que se estaban traicionando, todo porque alguien más comentó que lo que hacia el otro era lo correcto. El amor se había ido hace ya mucho tiempo. 

Son dos hombres muy diferentes ¿No es así?

Dejénme decirles que ambos son la misma persona, lo que me hace pensar es que era exceso de amor lo que tenía se fue volviendo más confuso por la influencia de las voces externas.

Lo malo del amor es que si tenemos demasiado y no lo sabemos manejar se vuelven odio, amargura, tristeza, oscuridad, y en casos peores: venganza.

Creo que por eso el "Todo en exceso es malo" incluso el amor, hay un antes y un después en como somos cuando amamos demasiado, cuando queremos demasiado.

¿Qué nos orilla a querer demasiado? No lo sé, pero eso me hace pensar que en este rollo de los sentimientos hay que andarnos con pies de plomo, bueno, sólo a veces.

Hasta la próxima.-

domingo, 20 de octubre de 2013

Más que personas...Somos personajes.

Muchas veces nos ponemos a pensar qué tipo de personas somos, si somos de esas personas que todo el mundo se acordará, si son personas que marcan un hito en la vida, si seremos ese tipo de personas odiadas o en el peor de los casos, si seremos personas que son olvidadas.

Pero más que personas... Somos personajes, vaya lío ¿No?

Y con personajes no me refiero a esas grandes personas que convierten en íconos de la vida.

Hablo de esos personajes que son papeles de este gran teatro al que llamamos mundo, son esas interpretaciones que hacemos al público y que repetimos tantas veces sean necesarias para que nosotros mismos nos las creamos.

Y si partimos de ese hecho... No hay ninguna persona honesta, todos somos mentirosos ¿No?

Y lo peor de todo es que somos unos excelentes mentirosos.

Hay algo que cada tanto dice mi profesor de filosofía (Al que cito muy seguido, ya que es como el Yoda de mi entrenamiento Jedi).

"Carecemos de verdades verdaderamente verdaderas".

Buscamos interpretar el rol que mejor nos convenza, y entendemos las cosas que nos dicen de la manera que menos nos lastime. La gran mayoría de lo que hacemos y decimos la hacemos por conveniencia propia.

Incluso el acto de hacer sentir mejor a los demás a tu alrededor, es algo que hacemos porque es lo que nos conviene.

Yo no sé ustedes, pero prefiero mil veces una cara de perro honesta que una hermosa sonrisa fingida.

"Cada vez que sonríes a alguien, es una acción de amor, un regalo para esa persona, una cosa hermosa".

Y esto no lo digo yo, sino la Madre Teresa, eso me recuerda a una ocasión en la que me dieron mi regalo de cumpleaños y esa persona cuando me lo entrego me dedico una sonrisa y al instante siguiente me dijo "Ash la quiero matar" y se fue muy malhumorada.

Tiré ese regalo a la basura (El primer regalo que he botado en toda mi vida) ¿Por qué? Porque un regalo se debe dar con sentimientos verdaderos en tu corazón, no porque los lineamientos de tu personaje digan que es lo correcto, que es lo que se debe de hacer.

Creo que muchas veces nos dejamos llevar por ese personaje, y nos olvidamos de ser las personas ¿Le tenemos tanto miedo a ser nosotros mismos? ¿Qué es lo que vemos en el espejo que nos aterroriza y nos orilla a seguir fingiendo?

Cuando una mentira es descubierta, todo lo demás ya no podemos considerarla una verdad, así que, lo que somos ¿No existe? ¿Cuando nos damos cuenta de que fingimos para agradar a los demás, dejamos de ser?

.-Hasta la próxima