jueves, 13 de julio de 2017

Decisiones, decisiones

¿No les pasa que a veces se ponen a pensar cosas en un sentido de "¿Por qué me pasa todo esto a mí?" "¿Por qué soy tan miserable?" "¿Por qué todos son malos son conmigo?", "No valgo nada", "Si el mundo me da la espalda, yo también se la daré"?.... Y después la parte prudente de tu cerebro te da una cachetada mental y te dice "No mames".

¿Esperaban una respuesta más profunda? La verdad es que no. Tu mismo cerebro te hace ver que hay cosas por las que simplemente 1.- No debes de hacer drama, 2.-Que todas esas situaciones son el resultado de lo que decides pensar, sentir y actuar en cierto momento. Y todo se concentra en un corto y contundente: "No mames".

Y es que a veces sueles sentirte solo cuando estás rodeado de los demás, y piensas que no te quieren sólo porque no te demuestran dicho cariño como tú quisieras, pero eso no significa que no te quieran.

Y a veces piensas que todo lo malo o bueno que te sucede es producto de un causante cósmico, físico o causal. La triste realidad es que la vida misma y sus situaciones no se pueden controlar no se puede buscar sus orígines. Queremos controlar todo lo que hay en nuestra vida: Situaciones, momentos, sentimientos, relaciones, amistades, experiencias. 

Sólo basta un pequeño momento de pausa para darte cuenta que todo eso va a seguir moviéndose aunque uno se quede sin reaccionar. Sólo es cuestión de tomar una decisión para que dichos movimientos busquen una dirección diferente a la cual moverse.

Me he dado cuenta de que si pienso que estoy sola, todo en mis sentimientos y actitudes me llevaran a emprender acciones que me aislaran de los demás. La soledad estaba en mi cabeza y yo la produje al fijar la idea en mi mente, tomando decisiones para estar sola... Es cierto eso de que los pensamientos son poderosos y que construyen.

No obstante, en estos días me invade cierta paz y confianza, en mi cabeza sólo puedo pensar "No estoy sola", "soy fuerte" y "pase lo que pase todo estará bien", tendré un trabajo, viajaré, tengo la suficiente cantidad de amigos para sentirme respaldada.

Obviamente, hay vicios en mi persona en los cuales debo de trabajar, pero eso no significa que sea una persona la cual no valga la pena de conocer y poseer.

Hasta la próxima.- 
(Tendremos que cambiar esta despedida, ya que a alguien le causó en gracia querer usarla de manera sarcástica).


viernes, 7 de julio de 2017

Malabares

Dice mi hermano que la gente no te recuerda por los favores que les has hecho, sino por el único favor que no les hiciste. Y esto lo dice constantemente a sí mismo y a veces a mí, para recordarse que las amistades son temporales, para bien o para mal, esa es la triste naturaleza de las amistades.

Antes que nada, debo de ser honesta, no soy una persona buena, no soy ningún dechado de virtudes y mucho menos una buena amiga. Cuando digo que soy una mala persona y una mierda de persona. Lo digo en serio.

No soy una persona la cual se desviva por los que quiere, pero sí hace todo lo que está a su alcance para poder apoyarlos... Mi papá solía decir que a la gente no se le podía ayudar, ayudar es para aquel que no tiene remedio. El apoyo siempre le da a las personas el impulso que necesita para poder realizar lo que tiene que hacer o lo que quiere hacer.

Tal parece, que la moneda corriente en las amistades es tiempo. Piden tiempo a manos llenas y no dan comprensión en la misma cantidad. Y tal parece que el no tener tiempo es una agresión muy severa.

Cuando no saben la cantidad de acciones que uno toma para poder dar un poco de su tiempo para poder cumplir con lo que debe de cumplir y con lo que quiere cumplir. Pero a veces no se puede. Es la factura que te pasa el crecer.

Tiempo es lo que menos tienes, y comprensión es lo que también se le va acabando a la gente, por lo menos a la gente que quizá nunca tuvo comprensión en primer lugar.

No estoy en posición para andar viviendo mi vida para complacer a los demás y evitar que se enojen conmigo, porque al final de cuentas, siempre se enojan, haga lo que haga. Y acabo sintiéndome peor.

No saben la clase de peripecias que haces para equilibrar tu vida personal, tu vida profesional y tu vida social. Sólo demandan tiempo como si fuera moneda corriente.

Ya no más, siempre seré una mala persona, haga lo que haga. Aprender a aceptar el hecho es el primer paso para ya no seguir cometiendo estupideces.

Hasta la próxima.-