martes, 6 de diciembre de 2016

El vuelo del colibrí

Recuerdo que cuando era niña el primer cuento que escribí se titulaba "El colibrí viajero", no era la gran cosa, realmente lo hice en el salón de clases porque el libro de texto de primer año de primaria decía que había que escribir un cuento y junto había el dibujo de un colibrí.

Pero lo hice ahí en el salón en menos de 15 minutos inventé una historia de un colibrí que gustaba de tomar el néctar de las flores en la primavera, pero cuando llegó el invierno se tuvo que resguardar del frío en una cueva y esperar a que la primavera llegara de nuevo y volar para poder seguir probando el néctar de las flores.

Me acuerdo que tanto mi mamá como la maestra cada una pensó que la otra me había contado el dichoso cuento y lo apropié como de mi autoría: La verdad es que yo había hecho ese cuento.

Creo que siempre me gustó inventar y escribir historias, ya sean cuentos, poemas, novelas, el blog y mis notas informativas. Escribir siempre ha sido mi vida y es algo que me calma el alma y me llena el corazón.

Conforme fueron pasando los años, me fui olvidando de ese cuento, sólo mi madre en ocasiones recordaba ese cuento y me decía "¿Te acuerdas cuando la maestra y yo pensamos que alguien que había contado ese cuento?". Solo reía un poco y asentía.

En mis últimos meses en la universidad, ese cuento ha pasado por mi mente un sinfín de veces, y no entendía por qué ¿Cómo es que algo tan insignificante como un cuento de menos de un párrafo podía haber marcado tanto mi vida?

Hasta que un día comprendí algo de manera muy simple, como todo lo importante en esta vida: El colibrí era yo, la primavera fueron mis años felices siendo niña y adolescente y el néctar de las flores son las buenas oportunidades que he tenido, el invierno y la cueva son los momentos duros y difíciles que he pasado en mi juventud y la llegada de la próxima primavera son las esperanzas que tengo en el futuro que me espera adelante.

Hasta la próxima.-