sábado, 12 de julio de 2014

El exhaustivo ejercicio del rencor

¿No les ha pasado que aunque pase el tiempo, aunque te hayas convertido en una persona exitosa, aunque tengas tanta gente a tu alrededor que te ama y te aprecia, y aún así hay una piedrita imaginaria que te molesta? 

Son esos recuerdos malos del pasado que a la mínima mención o referencia de estos, uno suele deshacerse en malos comentarios, planes de venganza e incluso en rumores pretenciosamente malvados.

No nos gusta que nos mencionen a personas que no son de nuestro agrado y tratamos de que no metan el tema a colación, tiende a ser lo ideal.

Pero lo común es que algunos seguimos tan estancados en lo malo del pasado a pesar de lo bueno del presente, que internamente rogamos para que traigan ese irritable veneno para seguir consumiéndonos y quemándonos en algo tan molesto y tedioso como lo es el rencor.

Y es que el rencor no sólo es un sentimiento, es un cansado y pesado ejercicio que nos agota, emocional, física y psicológicamente. Te provocas enfermedades innecesarias, haces gestos que le van quitando gracia y belleza a tu rostro y empiezas a lucir un tanto "mal". Si nos dejamos llevar por el rencor, podría trastornarnos un poco la vida.


El rencor tiende a agotarnos y a absorbernos tanto que no nos deja energía ni tiempo para pensar en las cosas buenas del presente. Y si sólo vivimos en el rencor hasta tiende a cambiar nuestra forma de hablar.

Como que uno se expresa como personaje de Hamlet, igualito, sin cambios a la sintaxis actual, hasta nuestras expresiones se vuelven un tanto dramáticas y arcaicas cuando el rencor es el que habla por nosotros.

Muchas veces estos diálogos interpretados por el rencor tienden a herir a gente inocente (justo como en Hamlet, bueno no tanto, aunque en ocasiones) que aunque estén vinculados con cosas no tan gratas de ese pasado rencoroso que uno evoca a cada rato, nada tienen que ver con esos infortunios acontecidos.

Lo mejor que uno puede hacer para prevenir un agotamiento total en cosas absurdas como esta, es que en cuanto nos traigan el tema a colación responder simplemente: "No me interesa hablar de eso, es agotador".

Hasta la próxima.-