lunes, 22 de agosto de 2022

Señales


Todos tenemos algún vicio: ya sea el alcohol, las drogas, las redes sociales, los videojuegos, el sexo, irle al Cruz Azul o lo que sea que cause dependencia y autodestrucción.

En mi caso personal, además de tener el vicio del alcohol, las palomitas y las películas, tengo uno muy peligroso... Y es buscar señales.

Soy de las que se pone a pensar "Si hoy veo una paloma blanca en algún tejado, me inscribo a clases de yoga" y tengo una suerte tan cagada que pasa que veo una paloma blanca en el tejado de algún edificio y... sorpresa, sorpresa, no me inscribo a clases de yoga.

Esto me recuerda a la vez que por sentirme muy valientota y dije que el primer chico que pasara enfrente de mi mesa de la cafetería en la universidad le daría un beso... Y sorpresa sorpresa, llega a mi mesa el chico más guapo de mi generación de la universidad. 

Spoiler alert: No lo besé... me dio pánico.

Pero me dedico a buscar señales para no efrentarme al miedo de tomar decisiones por mí misma. Es más fácil pensar que el universo decide por ti por medio de señales.

El detalle es que el universo sí manda señales pero cuando te empeñas en buscarlas pues... te haces wey para entender las que son las verdaderas señales. Y también pasa que inconscientemente "provocas" esas señales para darte valor a hacer algo que si no estás mentalmente preparado para hacerlo, te puede hacer sentir mal.


Hace algún tiempo me acabo de dar cuenta que me gusta alguien y estoy en ese entredicho de si decirle o no a la persona en cuestión. Y pues... yo esperaba una señal que me ayudara a decidir. Y un día un señor que hace la limpia pública en el rumbo que agarro para ir a trabajar me dijo "Güerita, yo te quiero dar un consejo: No te enamores ni te cases" y yo de placemes porque ya no tendría que decirle a la persona que me gusta lo que siento.

Pero, entonces caí en esa introspección, ¿De verdad quiero decidir así? Y pues fiel a mi costumbre, acabo de decidir hacer lo contrario de la señal ¿Será que algo bueno salga de eso?

Solo el universo lo sabe...

domingo, 24 de julio de 2022

Carta de amor


Amo cuando te muerdes el labio y te pones la mano para cubrir ese gesto cuando estás absorta en tus pensamientos; me gusta cuando te pones a bailar en la soledad de tu habitación o mientras vas caminando sin temor a que alguien te vea.

Adoro el sonido de tu risa aunque tú la odies, me gusta tu sentido del humor: ese que es sarcástico sin que sea tu intención, porque encuentras el lado ingenioso a cualquier situación; amo ver que siempre ves con ojos de asombro las cosas más cotidiana, porque encuentras lo especial en esos pequeños detalles que los demás no perciben.

Me gusta que encuentras patrones en las cosas más inverosímiles, ves el mundo de una forma tan peculiar que eres extranjera en tu propio mundo.

Eres ternura personificada, ves belleza en todas las personas, das amor sin esperar nada a cambio, cuidas a los demás sin que nadie te lo haya pedido porque así eres tú: procuras a las personas que quieres porque deseas que siempre estén a salvo y felices.

Amo que encuentras alegría en las cosas más sencillas: una puesta de sol, la vista del mar, caminar por la calle, una taza de café, comer algo rico, una buena plática o la sonrisa de alguien.

Amas de una forma tan única que quién sea digno de ese amor será la persona más afortunada del mundo.

Amo tus ojos, del color del otoño, amo tu sonrisa y tus gestos tan graciosos cuando te sientes en confianza de externar tus pensamientos sin pena alguna.

Eres hermosa y digna de amor, mereces el amor más autentico y sincero del mundo. Porque aunque tú no lo creas así ERES DIGNA DE AMOR, eres merecedora de que también de cuiden, de que vean la persona tan especial que eres, de que vean eso que yo veo en ti.

Te quiero como no tienes idea.


Atentamente:

Tú misma.



martes, 12 de abril de 2022

All the stuff in my head

 


No hace mucho me preguntaron que había en mi cabeza y respondí que siempre hay palabras... Todo el tiempo, cada instante, a cada segundo, en cada vez que respiro.

"¿Alguna vez hay silencio?" Y solo pude responder que la única vez que hubo silencio en mi cabeza fue cuando mi padre se fue de este mundo.

"Y entonces todo se apagó ¿No es así?" y asentí la cabeza.

Pero conforme han pasado los días me doy cuenta que no sólo hay palabras en mi cabeza. Hay tantas cosas, tantas que la mayoría del tiempo pasan desapercibidas y otras pesan tanto de lo presentes que están.

Cuando me levantan en medio de la noche o me hacen llorar en sueños.

Ahí dentro están los minutos de agonía, miedo y descontrol que ÉL me hizo vivir cuando empezaba atreverme a vivir. Cada palabra, cada roce, cada sonrisa falsa, cada orden que infundía miedo en mi sangre...Y ese terrible beso.

También están las mentiras de aquel que me hizo sentir que podría haber un final feliz, un amor de esos tan rosas que pintan en las películas, cada promesa falsa que mi hicieron con la intención de mantenerme entretenido para seguir siendo su principal porrista y banquillo de apoyo.


Ahí está mi corazón roto por la decisión de después de seis años poner mi estabilidad emocional en primer lugar, lo cual solo fue una vaga ilusión que me conté a mí misma para recobrar esa falsa sensación de control.

Ahí dentro están las palabras hirientes que me dijo ese sujeto para hacerme sentir tan pequeñita a comparación de él, a esas palabras las mantengo a raya con un contundente "chinga tu madre".

Ahí dentro están las últimas palabras que me dijo mi padre antes de fallecer.

Ahí dentro están las inseguridades que sembraron en mí.


Pero también ahí en mi cabeza, luchando contra todo eso están:

- Mis ganas de pelear contra todas esas cosas

-Mi determinación a superar todo lo que me ha lastimado

-Mis anhelos por tener ese final feliz

-Mi voluntad por ponerme a mí y mi bienestar como prioridad

Son tantas las cosas que hay pero, hoy he tomado la decisión de por fin poner orden en el cuarto y poner las cosas que importan al frente, me va a costar y va a ser difícil pero nada que valga la pena se precia de ser fácil.