Yo sé que varios están ocupados haciendo o ayudando a hacer la cena de año nuevo, quizá están jugando con sus primos o sobrinos más pequeños, o quizá estén esperando a qué hora van a cenar.
O puede que se estén poniendo guapos o guapas para ir a visitar a la familia y cenar todos juntos.
Sea como sea, yo sé que varios han aprovechado el transcurso de este día para recordar los buenos momentos que vivieron durante este año y quizá tratar de entender por qué pasaron los malos momentos.
Al principio de este año, hice una lista de 7 resoluciones de lo que quería lograr para mí en este año, no hice 12 porque soy incapaz de cumplir varias.
Las resoluciones fueron las siguientes:
- Ahorrar mucho dinero.
- Empezar el hábito de ejercitarme
- Comer sanamente
- Ser buena persona
- Decir menos groserías
- Ser feliz
- Relajarme
Quizá no era la gran cosa, pero, para alguien que había empezado el año huérfana, desorientada y confundida, era lo mejor que podía hacer. Tal vez por eso había escrito la resolución 6, después de varias malas noticias durante meses, parecía que había pasado mucho tiempo desde que había sido feliz por última vez.
Pero los primeros meses, no habían sido lo que yo esperaba, amigos se iban lejos a emprender su propio viaje de descubrimiento personal; unos se iban lejos y otros no tanto. Otros simplemente me borraron de su retrato y yo tuve que hacer lo respectivo.
Empecé concentrándome con las resoluciones 2 y 3, fue algo gracioso, porque el profesor que me daba la clase de gimnasia aeróbica decía que todo lo que uno emprendiera se tenía que lograr con actitud,y hacer lo que a uno le hacía feliz y le apasionaba.
Fue con actitud que pude empezar a retarme a mí misma para alcanzar ese objetivo, con ayuda de uno de mis amigos debo decir. Fue muy divertido ver como cada día me volvía más veloz y resistente. Pero ese propósito se vió truncado por enfermedades que me dieron en Julio y empecé a tener dolores muy fuertes en los huesos, poco a poco lo estoy retomando.
En mi andar por todo este año, no me había dado cuenta que el consejo de mi profesor caló en mi, era mi actitud y mis ganas de superarme día con día que, sin darme cuenta, estaba cumpliendo metas que hacía años me las había propuesto: Certificarme en inglés, aprender un nuevo idioma, empezar a hacer el servicio social y curiosamente vinieron mis primeras prácticas en el ámbito laboral.
No saben lo feliz que fuí al ver por primera vez mi nombre como autoría de una nota en el periódico, y en el medio en el que he soñado trabajar desde que soy niña.
A veces las metan atraviesan turbulencias, tuve que suspender mi servicio social debido a un accidente que tuvo mi hermano.
Gracias a todo lo que es bueno, todo salió bien.
A finales de este año tuve la oportunidad de empezar prácticas en otro medio, fue muy genial y espero seguir ahí por mucho tiempo.
Son muchos los cambios que vinieron y vienen: presentar mi examen de titulación, mis prácticas, cursar mis casi últimas materias, ver que la tan adorada etapa de la universidad se está acabando.
Una etapa que este año estuvo repleta de nuevos amigos, de reforzar amistades, de momentos llenos de risas locas, de caminar en medio del norte cantando canciones de Disney y de karaoke friki, de aprender coreografías y de aprender que a veces los malos momentos suceden por algo.
Es así como las resoluciones 6 y 7 llegaron, y no puedo estar más satisfecha, no puedo pedir más, tuve el apoyo de mi familia, de mis amigos y de mis profesores. Incluso no esperaba conocer gente de otras partes del continente, fue algo genial.
Quizá mi año no estuvo repleto de viajes y de cosas materiales al por mayor, pero estuvo llena de lo importante:
De amor, de esfuerzo, de fortaleza, de familia, de amistad y de sueños.
Sigo extrañando a los que se fueron y no dejo de recordarlos cada momento que puedo, pero sé que están orgullosos donde quiera que estén.
A veces duelen las heridas viejas, pero ya dejaron de sangrar que es lo importante.
No dejo de sentir miedo al futuro, pero eso es lo emocionante de la vida: Uno nunca sabe que puede haber adelante del camino.
Les deseo un muy feliz año nuevo.
Los quiero demasiado y gracias por formar parte de mi año y de quedarse como un pedacito de mi corazón.
.-Hasta la próxima.